El Jardín de Floridablanca
En esta sección, desde hace ya bastantes ediciones, venimos presentando algún árbol, que por su importancia, belleza o antigüedad, nos gustaba ponerlo de relieve y hasta hacerle un homenaje. Este es el caso del famoso ficus de la plaza de Santo Domingo, con el que iniciamos esta costumbre.
En otras ocasiones no hemos presentado un árbol, sino una especie. Fue el caso del Tetraclynis articulata, por ser endémico de nuestra región y el de Ginkgo biloba, por su condición de fósil viviente, muy escaso en nuestra ciudad, con sólo unos tres ejemplares, que sepamos.
Hoy tampoco presentamos un solo árbol, pero en este caso no se trata de una especie sino de un conjunto.
En el Jardín de Floridablanca, antiguo jardín botánico, hay también varios ejemplares de ficus, que poco tienen que envidiar al de la plaza de Santo Domingo. Enormes ejemplares, con sus raíces retorcidas que salen presuntuosas para lucir su robustez. La altura es tal que sobrepasa algunos edificios de la plaza en la que se encuentran.
Son dignos de admiración y merecen una visita detallada para su contemplación pausada.
Tras la exposición Agrícola, Industrial y Minera, que se celebró en este lugar en el año 1900, el jardín quedó abandonado, hasta que en 1914, la Sociedad de Amigos del Árbol, con la intención de embellecer y proteger los jardines de Murcia, se hizo cargo de este jardín y se introdujeron los enormes ficus actuales que complementan la alineación de magnolios centrales.