Editorial
Ha pasado más de un año desde la anterior edición. No veíamos el final de esta pesadilla. Cuando en el verano de 2020 nos decían que esto está vencido, nos animamos más y sin excesos los más y con excesos los menos pudimos, por fin, salir a la calle a vivir nuestra vida.
Pero todo era una ilusión. Con el otoño llegó la subida de la curva y nuestra alegría se tornó en tristeza. Otra vez a lo mismo…
En la anterior edición no tuvimos entrevista y supusimos que tampoco tendríamos actividades. Decíamos literalmente:
“Naturalmente no pondremos la sección de Actividades, porque con seguridad, ya no habrá más actividades en este curso”.
Pero este año ha resurgido la raza de los abuelos. Hemos sido capaces de permanecer en contacto, virtualmente y realizado actividades, algunas de ellas totalmente nuevas y muy atractivas.
El concurso de fotografía ha sido un éxito total, por la asombrosa calidad de las fotos presentadas, que nos han puesto en un aprieto a los votantes para la adjudicación de los premios.
La presentación de fotos de parejas de enamorados fue muy divertida y nostálgica a la vez, así como el vídeo que se realizó con la utilización de nuevas técnicas de Inteligencia Artificial.
La actividad de Memoria y Poesía, parecía imposible de continuarla pero con las nuevas tecnologías la hemos realizado a distancia. Fue todo un reto recitar una poesía entre muchos abuelos, a estrofa cada uno, y luego enlazarlas. Y para mayor realce también se realizó un vídeo con fotografías alusivas.
Y como no, la difícil actividad de redactar un cuento entre varios de nosotros, aportando cada uno un capítulo, sin haberse puesto de acuerdo previamente.
Y para mayor alegría, parece que ahora sí. Ahora venceremos al virus gracias a la vacunación masiva de la población, a pesar de los negacionistas que se niegan a ponerse la vacuna pero se aprovecharán del efecto ‘rebaño’.
Esperemos que el curso 2021-22 sea normal y podamos de nuevo celebrar nuestras reuniones semanales.